Ayudo a individuos y parejas a transformarse en seres humanos que han resuelto sus inconformidades con recursos propios que no conocían

Conocí a Leisa hace varios años en unos talleres de danza. Soy bailarina y hace muchos años tenía una situación que me inquietaba respecto a mi vida y mi sexualidad. Un día fui muy afortunada al ver que Leisa compartió en sus redes sociales su disposición como profesional en psicología y salud sexual. La busqué en cuanto pude y he venido haciendo un proceso junto con ella para comprender las razones de mi vaginismo, aprender a conocer mi cuerpo, ser amable, paciente, compasiva y respetuosa con mis procesos y mi cuerpo. He aprendido mucho sobre sexualidad femenina y masculina, y he podido abordar mediante la terapia, la danza y la consciencia un proceso de duelo que se había quedado pasmado dentro de mí hace muchos años y que afectaba profundamente mi sexualidad. Estoy tan agradecida con Leisa, como paciente, como mujer, como bailarina y como ser humano por seguirme ayudando a despejar los velos que a veces nos cubren, y a escuchar desde el alma y la consciencia las llamadas a la puerta que nos dicen que volteemos a mirar algo que quizá no veíamos, nos daba miedo o nos dolía mucho. Soy muy feliz ahora y cada día con cada descubrimiento con mi cuerpo, con cada triunfo y con la maravillosa posibilidad de compartir con un otro desde la apertura, la honestidad, la confianza, el respeto, la aceptación y el amor propio. Gracias siempre a Leisa y gracias a Dios por ofrecer este talento, ayuda y tesoro mediante profesionales como ella.